El día ha amanecido  lloviendo y lo peor, el pronóstico para toda la mañana es de intensas lluvias. Esperamos cubiertos con nuestros paraguas y con muchas dudas. Efectivamente la asistencia ha caído a la mitad y la subida a San Miguel no es posible sin poner en riesgo a los peques, así que activamos el plan B. Nos desplazamos hasta Gometxa mirando a un cielo que no da tregua. Decididos salimos hacia la cima de Eskibel.

El ambiente es excelente pese a la menguada asistencia. Hacemos la cima y aprovechando una pausa en la lluvia almorzamos rápidamente. Ahora lo más divertido, bajar por el sendero hasta el collado de Pikozorrotz. Con risas, emoción y más risas, descendemos hasta la pista, ¡Toda una experiencia! Una vez en el pueblo nos resguardamos en el pórtico de la iglesia donde éstas y éstos valientes no dejan de derrochar energía con juegos. Sorteo en el autobús y a casa. Una mañana de montaña invernal muy divertida, donde el barro y el agua han sido protagonistas.