Ainhoa tiene 42 años (Barakaldo), hace 14 años que vive en Legutio (Araba). “Con 13 años comencé a correr como parte de la preparación física para el Taekwondo, deporte que practiqué durante 28 años. Entonces descubrí que me gustaba correr por senderos de montaña.”

¿Cuándo te iniciaste como montañera, escalada…? Edad que tenías y circunstancias, con amigos, familia, pareja…algo que te enganchó.

“Mi primer contacto importante con la montaña fue con 8 años, durante unas colonias de 15 días en el Pirineo oscense. Me gustó tanto, que los siguientes veranos sólo quería volver allí, a pesar de poder elegir otras localidades más costeras. Antes de aquello, poco más había conocido: la Arboleda, el Serantes, el Pagasarri y cercanías del Gorbeia.

Corría en la práctica de Taekwondo, desde mi casa en Gasteiz, hasta Zaldiaran, pasando por Busto y Ezkibel. Sin saberlo, estaba dando mis primeros pasos en el trail running (que no era tan conocido ni practicado como ahora). Llevaba las mismas zapatillas que para el asfalto, y las hacía durar años, no había zapatillas especializadas para correr por la montaña como ahora.

Fue bastantes años después cuando comencé a considerarme montañera y corredora de montaña. Me “junté” con otra persona, también apasionada de la montaña y así, a lo tonto, y durante 20 años hasta la fecha, hemos ido “creciendo y evolucionando” en este medio realizando actividades cada vez más exigentes y bellas, si cabe. Al principio, combinaba la práctica del Taekwondo con la montaña. A los 34 años, dejé completamente las artes marciales debido a una lesión en el hombro y me dediqué más a la montaña.”

Dificultades que encontraste, formación, cursos que has hecho.

“Dificultades, ninguna que no haya superado o aprendido a gestionar lo mejor posible, me refiero a lesiones puntuales, dolencias crónicas, ciertos miedos y la dificultad de encontrar el equilibrio entre trabajo, estudios, familia, responsabilidades del club y la necesidad de disfrutar de la montaña, en cualquiera de sus facetas (correr, andar, escalar…).

En cuanto a la formación, nunca he realizado ningún curso reglado. Procuro aprender de otras personas con más experiencia y conocimientos que yo. En  este sentido, tengo la suerte de contar con personas muy experimentadas y dispuestas siempre a enseñarme, a echarme una mano cuando la necesito y a disfrutar conmigo aventuras de todo tipo, sin importar edad, condición o dificultad de lo que hagamos.”

¿Habido algún cambio en tu vida que has tenido que dejar de hacer montaña?

“Nunca he dejado de hacer montaña, pero sí he tenido que adecuarme a  las circunstancias del momento, por ejemplo, cuando me presenté en 2018 y 2019 a dos oposiciones consecutivas, fue duro estudiar, trabajar y continuar con mi vida “normal”… y luego en 2020 vino la dichosa pandemia que nos afectó a todo el mundo… y en 2021 comencé con un dolor en la zona ileo-lumbar del que todavía no me he recuperado del todo… En todos los casos he adaptado la actividad y la intensidad a cada situación, pero nunca he dejado de hacer.”

Lugares que has estado que te apetece destacar y proyectos de futuro.

Destaco las siguientes experiencias y lugares, no por ser grandes hazañas y lugares exóticos, sino por el sentimiento de plenitud y felicidad que sentí al estar allí, en ese momento:

  • Hiru Haundiak (100km / 10.125 desnivel acumulado): Momento en el que el amanecer te encuentra en Anboto.
  • Trail Vuelta al Aneto (55km / 3630m+): El sin fin de ibones, los bloques de granito por doquier y el paisaje de alta montaña que rodea el macizo de la Madaleta me dejaron embobada de principio a fin.
  • Vuelta al Perdido y cima: Actividad que hice con unos buenos amigos en dos jornadas inolvidables. Cuando se va en buena compañía, todo es más sencillo y divertido.

Y un proyecto que tenemos en mente:

  • La línea Schulze (Picos de Europa): Cresterío que va desde la Torre de Altaiz hasta la Palanca, pasando por las impresionantes cimas de San Carlos, Torre del Hoyo Oscuro, la clásica Madejuno – Tiro Llago, Torre Blanca y Llambrión, entre otras. Me gustaría hacerlas todas en una jornada.

¿Qué encuentras en la montaña?

“Belleza, tranquilidad, soledad buscada, compañerismo, desafíos… y a mí misma, tal y como soy, en mi mejor versión.”

Desde cuándo estás en Junta Directiva de tu club y cuántos años llevas de Presidenta y cómo ves la participación de la mujer en el club.

“Llevo, tanto de Presidenta como en la Junta Directiva, desde enero de 2018. 4 de las 7 personas que formamos la Junta Directiva somos mujeres y representamos el 45% de las personas asociadas. En las quedadas montañeras que hacemos una vez al mes, solemos ser mayoría y, si la cuestión es colaborar en la organización de alguna carrera o cualquier otra actividad, la participación es alta también.

En cuanto a la Carrera de Montaña Jarindo Albertia que organizamos en Legutio, cada vez se apuntan más corredoras (como en el resto de carreras, en general), pero estamos lejos de un porcentaje equitativo.

En el ámbito de las carreras por montaña, aunque están sucediendo grandes avances, queda mucho por hacer. En la última edición de la Jarindo Albertia, en 2019, el 17,5% de las personas inscritas eran mujeres. Un porcentaje muy bajo a mi entender.”

¿Cómo ves a la mujer en la montaña?

“Es cierto que cada día más mujeres se animan a practicar el trail running y la escalada, por ejemplo, y es completamente habitual ver a mujeres de cualquier edad realizando todo tipo de actividades en la montaña, en Europa, al menos. Pero tenemos, y se puede, hacer mucho más. Tenemos que normalizar muchas situaciones todavía.

Es importante que haya referentes femeninas en todas las modalidades, y que las conozcamos, claro. Y en todo lo que hagamos, tener presente la perspectiva de género. Tenemos que garantizar, desde la planificación de una actividad, la presencia y representación equitativa de las mujeres, y no sólo pensar en una ponente mujer, por ejemplo, cuando haya que hablar sobre algo relacionado con la mujer, ¡como si fuera algo exclusivo de nosotras y para nosotras!.

En la difusión de un evento, por ejemplo, ser conscientes de la información que damos y cómo la damos (información escrita o a través de imágenes o vídeos), no ensalzar sólo el triunfo masculino dejando de lado la victoria de las mujeres ¡¡que hemos recorrido los mismos kilómetros y en las mismas condiciones que los hombres!!.

Sin embargo, el problema no está en el deporte, sino en la sociedad, hay actitudes y creencias, aunque sutiles muchas de ellas, demasiado arraigadas y por ello nos cuesta ver que son totalmente machistas. Por eso, el primer paso es abrir los ojos y ser conscientes de todas estas “sutilezas”, que no por ser menos graves, dejan de ser importantes.

Consideraré normalizada la situación cuando dejen de preguntarme si no me da miedo correr, de noche o no, sola por el monte. Esa pregunta no se la hacen a mi pareja.”

Club Bostibaieta

Se fundó en 2011 como asociación deportiva cuya principal actividad es la montaña. Actualmente somos 49 socios y socias (22 mujeres). Para un pueblo, no está mal.

En junio, para celebrar el fin del cole, organizamos la Legutioko Haur Lasterketa y, el 16 de octubre, la IX Edición Jarindo Albertia Mendi Lasterketa.

Mensualmente planificamos una quedada montañera: decimos el lugar y la hora, y que se presente quien quiera (casi siempre, las mismas personas). Habitualmente son recorridos no muy largos, de dificultad variada,  y relativamente cerca de Legutio que se pueden realizar en una mañana, pero también las hacemos de jornada completa o fin de semana en Pirineos, por ejemplo.

El año pasado no pudimos, por la Covid, pero este año nos gustaría celebrar la I Carrera de San Silvestre de Legutio.

La cuestión es aportar nuestro granito de arena para que gentes de aquí y allá, grandes y pequeñas, puedan disfrutar de la montaña y de Legutio, tal y como nosotros y nosotras hacemos.

Esther Merino