Elena tiene 54 años, vive en Vitoria-Gasteiz. Se inició en la escalada con 19 años tras hacer un curso con el Club Mirandés de montaña. Su cuerpo se transformó y cambió rutinas de la vida diaria.

La edad la ha ayudado a mejorar con los años: más segura, más serena, sosegada y disfrutando al máximo. La decisión de “hacer una vía de primera” “abrir vías” le da mucha satisfacción personal.

También se ha aficionado a la fotografía y a hacer cuadernos de viaje, unos diarios con fotografías.

En verano trabajaba de Monitora de tiempo libre en campamentos con chavales de 14 a 16 años y se encargaba de actividades deportivas: les enseñaba a ponerse el arnés, asegurarse, tirolinas, inicio de la escalada y montaña, supervivencia, hacer fuego o buscar comida.

Con su pareja también hacía escalada en el rocódromo y escalada deportiva en vías clásicas.

Escalar el Naranjo de Bulnes y otras vías en Picos de Europa y Pirineos: Midi D´Osseau, Foratata, Tobazo, Peña Predicadera, Peña Rueba…

Por aquí cerca en Egino, el Espolón de Ziordia.

Al nacer su hija hizo un parón para la crianza y vida familiar. Después de 10 años retomó la escalada.

Elena nos cuenta sus sensaciones:

“Recuerdo especialmente la Via “Tierra de nadie” en Los Mallos de Agüero porque fue la primera en Pirineos, la abri entera y después de una lesión.

Tuve una semana de vacaciones yo sola y me fui sola con guía a hacer la sureste clásica a Midi, el Puro en Riglos, la Vía Galletas y la Foratata, fue una pasada…”

Mujeres que escalan juntas, colaboración, complicidad, confianza y amistad en la escalada.

Dando todo lo que pueden y a la vez…competitivas…!!

Bea y Elena son amigas, escalan juntas.

– Bea, ¿qué ves en Elena? 

-“Experiencia, superación, motivación. Es sencilla, humilde y muy sincera. Si piensa algo que tiene que decirte lo suelta y se queda tan ancha… Te caiga como te caiga…

Y en cordada escalando. Aunque piense que algo está fuera de su alcance  con la motivación adecuada lo intenta. Pero tampoco es purista, si se necesita hacer trampas para salir del lío… Se hacen y punto. Y metemos hierro pero salimos…!”

“Es la única junto a mi marido que ha accedido sin poner peros a asegurarme mientras estaba embarazada” tenemos confianza.

Otra de sus frases favoritas, cuando llegamos a una vía y me dice “venga Bea, esta abres tú que es fácil y bonita!” y se ríe entre dientes… Es que es peleona como ella sola, te está diciendo (ábremela que quiero subirla…) 

Y cuando la escalas tu mente piensa… (que hija de p…) y cuando la sacas piensas (gracias Elena)

A veces me da la sensación de que nos lo tomamos tan a pecho y parece que estuviéramos compitiendo la una con la otra… Y yo más…!

Mujeres con autonomía 

“También me gusta el hecho de que seamos independientes, ella tiene su equipación completa y yo la mía. Cuando quedamos para roca nos combinamos, si yo llevo cuerda ella pone las cintas y exprés…Los hierros. Y viceversa. El peso lo subimos compartido”.

“El día que fuimos al Baio llevaba en la mochila un mapa topográfico de la zona y una brújula. Esto no me había sucedido nunca con una mujer, siempre era yo la rara que se estudia las rutas y los alrededores al milímetro y va con su mapa de papel…”

Escalamos juntas si. Entrenamos sobre todo en Rokodromo y en roka. En modalidad deportiva y bloke. Más la primera que la segunda, aunque nunca nos hemos animado a formar cordada de largos juntas en alpina.

 Esther Merino